Morelia.- En el contexto actual de amenaza territorial para las comunidades, se han buscado nuevas formas de defensa ante la presencia de actores externos que ponen en riesgo la conservación del medio ambiente y la seguridad comunitaria. Una de ellas son los drones que plantean la posibilidad de democratizar la información y construcción de conocimiento.
El maestro en geografía Nicolás Vargas Ramírez, profesor de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES), unidad Morelia, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), desarrolló un proyecto de investigación a fin de evaluar el potencial de uso de drones para el monitoreo ambiental y la defensa territorial indígena de México, bajo la tutoría de Jaime Paneque-Gálvez y Claudio Garibay Orozco, ambos adscritos al Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental (CIGA).
“En México y Latinoamérica, en las últimas décadas se evidencia un auge de políticas neoliberales que han tendido a aumentar la presencia de actores e intereses externos, las cuales han abierto la ventana a la explotación de recursos generalmente afectando a comunidades indígenas o rurales”.
Antes de iniciar con este proyecto, Nicolás Vargas trabajaba en Colombia en el Observatorio de Territorios Étnicos y Campesinos de la Pontificia Universidad Javeriana, abordando temas relacionados con el uso de cartografía participativa y tecnología como estrategia para el empoderamiento comunitario.
A raíz de su experiencia, trabajó en la implementación de la política de restitución de tierras despojadas y abandonadas en el marco del conflicto armado. Durante dicho trabajo, evidenció que los drones podrían ser una herramienta útil para recabar pruebas sobre las afectaciones territoriales y ambientales sufridas por comunidades afrodescendientes, quienes habían sufrido el deterioro de sus ríos por cuenta de la minería ilegal de oro.
Con ese potencial en mente, y tras conocer el trabajo del doctor Jaime Paneque-Gálvez, Nicolás Vargas viajó a México para formular una propuesta de investigación.
¿Qué es la cartografía participativa?
“Los mapas disponibles no siempre contemplan las realidades comunitarias, por lo que pueden ser imprecisos. La cartografía participativa implica elaborar los mapas con el acompañamiento y la participación activa de la comunidad, para que así se vean reflejados sus intereses y sus realidades”.
En este sentido, han estudiado el uso drones dadas las posibilidades que ofrecen, pues a diferencia de una imagen satelital (que en ocasiones suele ser inaccesible o poco detallada para las comunidades), esta tecnología puede ser usada con mayor autonomía.
En comparación con otras herramientas, los drones pueden funcionar en días nublados e incluso algunos en condiciones de lluvia. Por ello, la posibilidad de usarlos cuando se necesite puede ayudar a generar información muy detallada.
“El objetivo es que la comunidad que lo tenga se apropie de esa tecnología, la utilice, obtenga información y pueda apoyar la defensa o el monitoreo de su territorio. Esto es importante porque aunque las acciones que emprende una comunidad para defender su territorio varían en función de su cultura, sus costumbres o los peligros que enfrenta, hay evidencias de que los drones pueden ser una herramienta que permita empoderarlas”.
400-Imagen-de-la-Mintzita-tomadas-con-dron–Cortesía-del-maestro-Nicolás.jpgEn proyectos de monitoreo ambiental y defensa territorial comunitarios, ese empoderamiento es útil porque puede permitir analizar y corregir las fallas del proyecto. Además, la información que capturan los drones puede ayudar a identificar tala ilegal de árboles, la expansión de las fronteras agrícolas, hacer seguimiento a procesos de urbanización o ser una herramienta de vigilancia.
“Sabemos de las cualidades del dron y de su popularización especialmente durante la última década; sin embargo, era necesario estudiar su uso comunitario y entender si de verdad sería de beneficio o generaría conflictos antes de promulgar una utilización generalizada de esta tecnología”.
Los objetivos de esta investigación fueron: evaluar la potencialidad de los drones multirrotor pequeños para identificar impactos ambientales de manera confiable y precisa espacialmente; identificar oportunidades y desafíos para el uso comunitario de drones multirrotor pequeños en territorios indígenas en México; evaluar las percepciones de las comunidades frente al uso de drones como herramienta de monitoreo ambiental y defensa territorial; y analizar los conflictos derivados de su utilización. Para la resolución de los objetivos, se realizó trabajo con cuatro comunidades.
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Jardines de la Mintsïta
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Comunidad indígena de Cherán Kéri
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Sierra del Norte de Puebla
- Caso Movimiento Ciudadano en Defensa de La Loma (Morelia)
Cartografía y drones para el uso comunitario
Para hacer esos estudios es necesario que la aproximación esté ligada al quehacer de la ecología política: “Trabajar en un sitio donde se presente un conflicto ambiental, analizar con la gente para comprenderlo y, en algunos casos, incidir”.
Para incidir, señala el maestro, en ocasiones desde la geografía se da un uso político a los mapas, a través de un proceso que se llama contra mapeo, en el cual “los mapas se construyen con la gente y se ponen a su servicio como una herramienta con la cual puedan controvertir las versiones ‘técnicas’ que puedan utilizar el gran capital o el Estado”.
Por eso, explica que en su investigación fue primordial hacerlo de esta forma. “La evaluación del potencial del uso de esta tecnología debe hacerse con la gente a través de una evaluación participativa, usando cartografía social, mesas de diálogo, talleres grupales y observación participante, recurriendo a metodologías propias de la investigación cualitativa, como la etnografía”.
Considera que el dron da una vista privilegiada; sin embargo, no sustituye otras herramientas, como el recorrido en terreno.
“Existe un riesgo de que se crea que solo con el dron estarán seguros, por eso incluimos siempre en las capacitaciones la valiosa necesidad de acompañarse de otras herramientas. Por ejemplo, en un vuelo con el dron se puede distinguir un cuerpo de agua con tonalidades anormales, pero si se quiere determinar qué tipo de característica lo está generando, quizá sea necesario usar otros equipos para analizar químicamente el agua”.
Fuente: CONACYT